Subir las defensas y disfrutar de un momento único. Es lo que nos puede ofrecer esta mermelada de mandarina, que os aseguro que está totalmente riquísima.
Me gusta aprovechar la fruta de temporada y consumirla de mil y unas formas. Entre ellas las mermeladas que las puedes conservar al baño maría o en el congelador en pequeños tuppers.
Te aconsejo que apuntes esta mermelada que tiene un maravilloso equilibrio entre el dulzor de las mandarinas y el ligero punto amargo que tiene su piel que favorece la descongestión del hígado. La combinación con tomillo potencia sus propiedades broncodilatadoras y antiflamatorias.Si decides hacer conserva apunta mis trucos:
Esteriliza los tarros hirviendolos en agua unos minutos.
Elije tarros que puedes llevar casi hasta arriba.
Antes de cerrar poner un trozo de papel de aluminio entre la tapa y el tarro, de modo que quede en medio, aunque sobresalga por los bordes no importa.
Ponlos en una olla con agua que los cubra y deja que hierva durante 10 minutos.
Deja que enfrien dentro del agua.
Y ahora, ya te paso la receta que se que lo estás deseando.