Salsa arrabiata y salsa pesto: el bocadillo de la felicidad

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Cuando cocinamos, incluso cuando preparamos un bocadillo, combinamos sabores. Nos basamos en sabores que nos ofrece la naturaleza para crear nuevos, nuevas esencias y convertirnos, por un momento, en alquimistas de la cocina.

Da igual que prepares una receta con muchos pasos o que prepares un simple bocadillo, pues lo importante es que la combinación resultante te cuente una historia, te transporte a lugares remotos o despierte en ti recuerdos y sentimientos.

Y para ello, nada mejor que una salsa. Pero, no una cualquiera, una salsa que actúe de hilo conductor de esa historia y que convierta esa receta en algo único. Y si lo que buscamos es felicidad, ¿Qué mejor que una salsa arrabiata?

La salsa arrabiata es una salsa italiana, intensa y llena de sabor intenso de orégano fresco y tomates recién cogidos potenciados por el picante de las guindillas.

Y, si bien es cierto que la comida picante siempre ha estado relacionada con una mala fama que la relaciona con úlceras o problemas de estómago. Ha llegado el momento de empezar a desmitificar esa creencia.

Como todo, depende de la cantidad de picante y la asociación con los demás ingrediente. Evidentemente, una comida picante repleta de grasas saturadas o fritos se convertirá en una digestión imposible.

No obstante, si cambiamos la combinación de comida picante con ingredientes crudos o proteínas vegetales verás mejorada tu digestión por el ligero incremento de ácidos gástricos.

Pero, aquí no termina todo, y es que comer picante, debido a la capsina que tienen las guindillas, hace que nuestro cerebro libere endorfinas.  Para que os hagáis una idea, podemos llamar a las endorfinas por su nombre de pila como las hormonas de la felicidad, es decir, unas hormonas que aumentan la sensación de placer y, por lo tanto, de felicidad.

Y es que, nuestra felicidad la podemos aumentar simplemente, sin darnos cuenta, mediante la alimentación. Un reciente estudio, ha demostrado que existen casi más de 12 nutrientes relacionados con la felicidad, y todos ellos los ofrece el reino vegetal.

Entre ellos, esta la vitamina B9, conocida como ácido fólico, que aumenta la serotonina que es la responsable de regular el estado de ánimo, el comportamiento social, el apetito, la digestión, el sueño, la memoria, el deseo y la función sexual. Por lo que se piensa que existe una estrecha relación entre los estados de ánimos causados por la depresión y la serotonina.

Y un alimento rico en vitamina B9 que podéis incluir fácilmente son las lechugas romanas, sinceramente ¿a qué no conocías sus propiedades?

Y el rey de los aminoácidos en esta búsqueda para alcanzar el reino de la felicidad es el triptófano. Al igual que la vitamina B9, produce serotonina, pero además también produce melatonina. Por lo que facilita el sueño y nos relaja, eliminando estrés.

Una combinación explosiva de triptófano es el cacao y las avellanas, ambos ricos en él. Y, sinceramente, ¿no me digáis que no os apetece una receta que los contenga?. Aunque, entre nosotros, creo el que cacao no le quedaría muy bien a este bocadillo. Pero tenemos, la solución con el ajo.

Entre el reino de los minerales, el calcio contienen muchísimas propiedades antidepresivas. Puede reducir la ansiedad mediante la liberación de neurotransmisores como la serotonina y colina-acetilasa, responsables de regular los impulsos nerviosos.

Los complementos de calcio ayudan a reducir los dolores de cabeza, irritabilidad, insomnio y depresión relacionados con la menopausia.

Las legumbres y los frutos secos son fuentes excepcionales de calcio dentro del reino vegetal. Mis preferidas las almendras,  7 almendras diarias, o el tempeh como legumbre.

Y dentro de este camino de búsqueda a la felicidad, contribuyen los alimentos probióticos y prebióticos. Ambos grupos mejoran la comunicación que existe entre el cerebro y nuestro sistema digestivo, pues reducen los procesos inflamatorios.

El ajo es un prebiótico con enormes propiedades antidepresivas, por su elevado contenido en magnesio, calcio e incluso triptófano.

Y, como probiótico, podemos tomar cualquier bebida fermentada, como un kombucha.

Ahora, sólo nos falta incluir el ácido graso indispensable para tratar la depresión y mantener el equilibrio mental, este ácido graso es el Omega3.  Que no solo se encuentra en los pescados, sino que lo podemos encontrar en las nueces o en el lino dorado.

Confieso que le añado lino dorado molido a todas las comidas!.

Así que, resumiendo, consume más capsina, vitamina B9, triptófano, calcio, omega3 y prebióticos.

Y, si después de todo esto, te animas a prepararte este bocadillo, créeme que además de todos los nutrientes que lleva, serás feliz sólo por lo tremendamente bueno que está.

 

Ingredientes

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Ajustar las raciones
    Salsa arrabiata
  • Pesto de nueces
  • Bocadillo

Instrucciones

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    Salsa arrabiata
  • Calienta en una sartén el aceite de oliva virgen extra,
  • Con el chafador de ajos, añade los ajos en pasta y las guindillas picadas.
  • Cuando estén casi transparentes, agrega el tomate junto con el orégano.
  • Cocina durante 30 minutos y salpimientas.
  • Salsa pesto
  • Tan sencillo como triturar todo y rectificar de agua, si lo quieres más líquido.
  • Bocadillo
  • Pon en las dos caras del bocadillo generoso aceite de oliva virgen extra, junto con la salsa de pesto y la salsa arrabiata.
  • Pon una cama de lechugas babys, tomate raf, cebolla y termina con el nobacon de tempeh.

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