Subir las defensas y disfrutar de un momento único. Es lo que nos puede ofrecer esta mermelada de mandarina, que os aseguro que está totalmente riquísima.
Me gusta aprovechar la fruta de temporada y consumirla de mil y unas formas. Entre ellas las mermeladas que las puedes conservar al baño maría o en el congelador en pequeños tuppers.
Te aconsejo que apuntes esta mermelada que tiene un maravilloso equilibrio entre el dulzor de las mandarinas y el ligero punto amargo que tiene su piel que favorece la descongestión del hígado. La combinación con tomillo potencia sus propiedades broncodilatadoras y antiflamatorias.Si decides hacer conserva apunta mis trucos:
- Esteriliza los tarros hirviendolos en agua unos minutos.
- Elije tarros que puedes llevar casi hasta arriba.
- Antes de cerrar poner un trozo de papel de aluminio entre la tapa y el tarro, de modo que quede en medio, aunque sobresalga por los bordes no importa.
- Ponlos en una olla con agua que los cubra y deja que hierva durante 10 minutos.
- Deja que enfrien dentro del agua.
Y ahora, ya te paso la receta que se que lo estás deseando.
Ingredientes
Instrucciones
- Poner en una olla las mandarinas, piel de una mandarina a julina y el zumo de medio limón
- Pesar la cantidad de la mezcla anterior para saber qué cantidad tiene que haber de azúcar.
- La proporcion de azúcar tiene que ser la mitad del peso tomado anteriormente.
- Reposar para que el azúcar extraiga el agua de la mandarina. Entre 30 minutos o si tienes toda la noche mejor.
- Añadir la rama de tomillo y cocer a fuego lento, durante 30 minutos, aproximadamente.
- Para saber cuando está sacar una cucharadita de mermelada y dejar que se enfrie.
- Si está todavía muy líquida poner de nuevo en el fuego a fuego suave.